Patti Smith y la resignificación del lenguaje

Outside of society, that’s where I want to be

Outside of society, they’re waitin for me

Rock ‘N’ Roll Nigger – Patti Smith y Lenny Kaye

Bautizada como “la madrina del punk”, Patti Smith es una de las figuras más importantes en la historia de dicho género. Su tercer álbum, Easter, de 1978, contiene dos de sus canciones más famosas: “Because the Night”, su éxito más comercial, en el que colaboró con Bruce Springsteen, y “Rock ‘N’ Roll Nigger”, una canción controversial que ni siquiera lograba ser tocada en la radio. Desde el título de la canción se puede entender la posible renuencia y rechazo, no solo de las cadenas radiofónicas a tocarla, sino del público a recibirla.

En su letra, Smith busca redefinir el término “nigger” y le atribuye un significado distinto al epíteto racial que ha sido históricamente usado en contra de la comunidad negra. En este contexto, lo utiliza para describir a los inconformes, los outsiders; aquellos en la periferia de la estructura social. Según la autora, ejemplos dignos del título son Jimi Hendrix, Jackson Pollock, Jesus Christ and grandma, too. Al mismo tiempo que Smith afirma comprender el sufrimiento de los marginados, resulta contradictorio que el nombre que escoge para el arquetipo descrito en la canción tenga una connotación peyorativa, con orígenes que datan del principio de la institucionalización de la esclavitud en el continente americano:

Baby was a black sheep. Baby was a whore

Baby got big and baby got bigger

Baby got something. Baby get more

Baby, baby, baby was a rock-and-roll nogger

“Rock ‘N’ Roll Nigger” se añade a una lista de canciones que utilizan el término “nigger” y le dan un significado distinto, según sus intérpretes. Un par de años antes a Patti Smith, en 1972, John Lennon lanzó la canción “Woman is the Nigger of the World”, en la que habla sobre la opresión de la mujer a nivel mundial, y en 1979, Elvis Costello se refiere al white nigger en “Oliver’s Army”, en donde señala el reclutamiento de soldados de clase obrera por parte de las fuerzas británicas. En todos los casos, el término se utiliza para denotar opresión y alienación, por un lado, de acuerdo a lo que los autores quieren comunicar. Por otro lado, parece que  al mismo tiempo se olvida el significado histórico y su impacto cultural sobre la comunidad negra.

Los ejemplos antes descritos muestran un patrón distintivo a través de la apropiación del término “nigger”: la identificación de outsiders blancos con características y rasgos culturales de grupos ajenos. El enfoque de este artículo no es determinar si las motivaciones detrás de estos productos culturales son racistas, aunque sí son ciertamente problemáticos, ni tampoco es realizar una apología de los mismos. El objetivo es plantear una discusión sobre la apropiación como fenómeno que tiene un impacto en la negociación de identidades individuales y colectivas. A su vez, se busca iniciar una discusión sobre los usos y significación de las palabras desde una perspectiva del lenguaje como fenómeno que se construye socialmente.

Negociación identitaria

En 1957, Norman Mailer, autor de The Naked and the Dead, Barbary Shore y The Executioner’s Song, entre otras, publica su ensayo “The White Negro”, en el cual hace una crítica hacia la fetichización de la cultura negra en la formación de una identidad blanca alternativa. Mailer describe que, en el contexto de la postguerra, el hombre blanco se enajena y rechaza la opresión que su blanquitud ha ejercido sobre el resto de la sociedad y sobre su propia identidad. Al igual que Patti Smith, Mailer utiliza un arquetipo al que denomina “Hip” o “hipster”, aquel que se asume como rebelde, antisistema y disruptor, que se apropia de elementos de la cultura negra y forja para sí mismo una identidad desprendida de la realidad en la que vive.

La relevancia del argumento de Mailer radica en que a lo largo de los siglos, segmentos de la sociedad blanca se han apropiado de elementos culturales que han caricaturizado para obtener ganancias, como en el caso de los minstrel shows que predominaron como forma de entretenimiento en el Estados Unidos decimonónico. La cultura negra era utilizada como un escape que permitía hacer y manifestar expresiones que no tenían cabida en el mundo blanco. En el libro White Riot: Punk Rock and the Politics of Race, los autores explican que, según Mailer, al idealizar la libertad del Otro en términos raciales, el blanco podía convertirse en todo aquello que por naturaleza no era; rebelde, espontáneo, liberado sexual, “gloriosamente incivilizado”. 

Ahora, si bien el texto de Mailer plantea un punto interesante, las consideraciones en las que basa su argumento han sido criticadas por la naturaleza de los supuestos que asume. James Baldwin, autor, activista por los derechos civiles y admirador de Mailer, critica el privilegio blanco que subyace en su idealización de “la otredad negra” en su ensayo “The Black Boy Looks At The White Boy”. Dicha idealización, de acuerdo con Baldwin, se basa en estereotipos de la supuesta “naturaleza rebelde y salvaje” del hombre negro; constituye la añoranza por un origen primitivo bajo las restricciones opresivas de la cultura blanca. En palabras de Baldwin: “white men, who believe the world is theirs and who, albeit unconsciously, expect the world to help them in the achievement of their identity”.

De acuerdo a la discusión anterior, solo al enajenarse de sí mismo es que uno puede negociar y conciliarse una nueva identidad. Bajo esta posición, siguiendo la lógica de Mailer, la otredad le permitiría al blanco comprender e intentar solidarizarse con las luchas y el sufrimiento experimentado por minorías, o por cualquiera sujeto a opresión por parte del grupo dominante al que, aún a su disgusto, pertenece. Como canta Patti Smith:

Those who have suffered, understand suffering

And thereby extend their hand […]

I was lost, and the cost

And the cost didn’t matter to me

I was lost, and the cost

Was to be outside society

Para ilustrar el punto de Mailer, vuelvo a Patti Smith y a su identificación con el “rock ‘n’ roll nigger”, siempre por su cualidad de marginado y no por las implicaciones raciales del término. En una entrevista para Rolling Stone, cuando el reportero la cuestiona sobre su uso de la palabra, Smith revela que para ella es una cualidad identitaria, casi estética, que no tiene que ver con la raza o el género:

Reportero: “The other day you said that if anyone was qualified to be a nigger, it was Mick Jagger. How is Mick Jagger qualified to be a nigger?”

Smith: “On our liner noter I redefined the word nigger as being an artist-mutant that was going beyond gender.”

Reportero: “I didn’t understand how Mick Jagger has suffered like anyone who grew up in Harlem.”

Smith: “Suffering don’t maje you a nigger, I mean, I grew up poor too. Stylistically, I believe he qualifies (…) Ya think black people are better than white people or sumpthin’? I was raised with black people. It’s like, I can walk down the street and say hi to a kid, “Hey nigger.” I don’t have any king of super-respect or fear of that kind of stuff (…) What I would think is, a word can become archaic because we progress into the future, so words can be redefined. I don’t mean that, ya know, uh, I don’t, I don’t, wish to, like, um twist and rend words to my whim. But I do feel words can outlive their usefulness, unless we redefine them. “

Si bien la entrevista no elabora demasiado en cuanto a los motivos detrás de la elección de Smith por el término nigger, la forma en que usa la palabra para identificarla con su “artist-mutant” plantea un debate interesante en torno a la significación del lenguaje: ¿puede una persona en lo individual redefinir un término con una carga cultural tan compleja? y, ¿quién lo decide? Una posible respuesta a la pregunta debería partir desde la concepción misma que se tanga del lenguaje. Parafraseando a Wittgenstein en su Tratado Lógico Filosófico, “los límites de mi lengua son los límites de mi mundo” (Die Grenzen meiner Sprache bedeuten die Grenzen meiner Welt).

En ese caso, si se concibe al lenguaje y a su evolución dinámica como un fenómeno social que, por definición no es axiomático, una persona no destinataria de un término en particular si puede resignificarlo. Ahora bien, lo anterior no quiere decir que el uso de dicho término, bajo las redefiniciones que sean, no tenga consecuencias discursivsas o que cualquier uso esté justificado sin matizar o considerar el contexto. Lo que sí implica es que el valor y la sustancia de la comunicación no deberían depender de un solo uso del lenguaje.

Aterrizando la discusión al caso de Patti Smith, el color de la piel no es el único factor a considerar si se discute su legitimación para usar la palabra nigger, en particular porque su resignificación hace alusión a la conceptualización del artist-mutant como categoría que trasciende categorías. En cualquier situación que implique un intercambio y una correspondencia de ideas intervienen elementos adicionales que conllevan la aceptación del interlocutor a la luz de su historia. Es cierto que en este ejemplo la carga cultural por la estructura opresiva en la que se empezó a utilizar el término tiene un peso fundamental. También es cierto que negar el derecho a personas que no son parte de un grupo oprimido para resignificar términos, bajo el argumento de que no los afectan “estructuralmente” hablando, es concebir al lenguaje desde una perspectiva sumamente conservadora.

En una entrevista a 38 años del lanzamiento de “Rock ‘N’ Roll Nigger”, Patti Smith reflexiona sobre la canción, su experiencia personal y el poder redentor de las palabras:

“I don’t play it normally, out of respect for our times. Just like I don’t play Gloria in churches. I’m happy to be disrespectful, but I’m also happy to be respectful. […] It’s like how if you said ‘fuck’ you thought you were going to hell because it was so dirty … or how the worst word you could call an Irish kid was ‘punk’. […] Sometimes I still play it because it’s my favourite song to do. And it was really about myself – ‘Baby was a black sheep, baby was a whore’ – the lowest things you could call somebody, because I’d been through a lot of derision in my life. And what the crowd sing back to me is the line “outside of society” because that’s what it’s about: gay kids, poets, people of colour, all of us. It was a big community of people outside of society. The song just means: ‘Kicked out of there? Come here!’”

A pesar de su carácter controversial e incómodo, “Rock ‘N’ Roll Nigger” presenta una lección sobre la apropiación en el uso del lenguaje: en la comunicación artística hay cabida para la resignificación de términos más allá de sus usos dominantes, puesto que su misma apreciación requiere de la apertura comunicativa que posibilita los intercambios culturales que como sociedad nos enriquecen.